a
la Colorina
Me hubiera gustado alzarme
y girar con la brisa en el mar lejano
pero el yugo fue largo entre los farallones
pendida desde la cornisa responsable
implacable careta incrustada
locura degenerativa
es esta muletilla en mi lengua bífida
atenta a la tormenta
mi ojo vigía solo supo de dramas
usted que asoma desde el barranco no sabe
este letargo de noches y velas
el piano no repara la melodía
ni la conciencia se hace luz
llevo muchos inviernos alejada del fuego
mis huesos no reconocen el caminar cercano
soy un páramo
soy un laberinto
soy un instinto lloviendo siluetas
mi presencia no salva a los extraviados
mi mano es un montón de poemas fumados
los soldados arrancaron el corazón y el recuerdo
por eso estoy en el décimo ataúd de mi entierro
por eso hurgo entre despojos y naufragios
ya la camanchaca me abriga
esta fatiga de versos colorados.
Lichazul
lo que oculta el cristal